top of page

KALIEDOSCOPE

Mi narrativa personal final

  • Atlas Fonte
  • Sep 3
  • 2 min read

Ojos cerrados sentí la brisa cosquilleando mi cara, era día perfecto para una caminata y aunque ya sabía que está caminata iba a ser muy memorable al momento no sabía exactamente cómo memorable iba ser. Mientra yo, mi mejor amigo, y su mama continuamos en nuestra caminata continue admirando la naturaleza, las hojas verdisimos del bosque a nuestro alrededor. Habíamos caminado cerca a nueva millas, un número pequeño en comparación a los 22 que íbamos a completar. Llegamos a un valle entre dos de las montañas de los Tetons, miré al lado y vi un río tan hermoso y perfecto para nadar adentro que casi saltó adentro con toda mi ropa puesta. Miré a mi amigo y dije, “Necesitamos nadar allí en el regreso, no se si puedo continuar viviendo si no.” Mi amigo se rió y dijo que estaba de acuerdo. Continuamos por unas millas con el río en un lado y una de las montañas en el otro. Eventualmente llegamos al punto medio de nuestra caminata, donde paramos cerca a una cascada. Como el resto de la caminata era hermosa y me pone a pensar que momentos pequeños como estos eran especiales. Después de unos minutos terminamos nuestro almuerzo y empezamos el regreso. A este punto ya casi me ha olvidado la parte del río de donde quería nadar, hasta que levanté mi cabeza y ya! Estaba directamente enfrente de mí. Miré a mi amigo y me miró de regreso, era tiempo. Casi corrimos al banco del río y quitamos los zapatos y camisas, poni mis pies en el agua y… “¡AH!” grite. Nunca había sentido agua tan fría, sentía como hielo directamente en mi piel. Y no mejoraba. Después de la sensación inicial cambio y en cambio de sentir frío, empezó a sentir como tenía fuego alrededor de mis pies, quemando me, “Ah. Ah. Ah. Ah. Ah." Continúe intentando poner más partes de mi cuerpo en el río, mi amigo (todavía en el banco) estaba riendo en mi cara. Me sentí en el río con el sentido del frío ahora llegando a mis piernas. Después de horas (Un par de minutos) dije en mi mente que ahora es tiempo, necesito ponerme debajo del agua. Respire profundamente, una, dos, tres veces y salte en el río. Nunca había sentido tan frío en mi vida, salí del agua jadeando por aire, el frío me lo ha robado. Corrí a la banca y dije a mi amigo (que todavía estaba seco y caliente) que nunca nunca iba a entrar ese río otra vez. Pero la suerte no estaba en mi lado, mi amigo sonrió y me dijo, “Nunca? No vas a entrar al agua con tu mejor amigo?” Y allí estaba metiéndome al río de hielo otras vez. Al tiempo no pensé mucho en este momento, solo estaba nadando con mi mejor amigo, pero ahora pienso que es una de mis memorias favoritas en toda mi vida y me enseñó que algunas veces los momentos pequeños son los más especiales e importantes.

 
 
 

Recent Posts

See All
Iron Underground

The first concert I went to was in July of last year, my parents and I went up to Red Rocks to see an artist I grew up listening to,...

 
 
 
24 Hours

24 Hours As of May 4, 2014, I have 24 hours to live. I’m going to become a serial killer. Now, we’ve all heard the question “if you had...

 
 
 
In the Trees and through the leaves

After a good dip in the creek with a few friends I relax as I carelessly swing through the canopy letting my smooth black fur dry in the...

 
 
 

Comments


bottom of page